viernes, 25 de mayo de 2007

Mayo de 2007 Revista Mercado: Informe NSE 2006.



Informe NSE 2006: una radiografía imprescindible.





El trabajo conjunto de tres instituciones dedicadas a la investigación, el marketing y las encuestas de opinión produce una herramienta única y de valor absoluto para quienes se enfrentan a la necesidad de conocer mercados y consumidores, para vender más y obtener mejores resultados.





Foto Gabriel Reig





Hay necesidad de números en la Argentina. El gobierno interviene el principal
organismo de medición económica del país; funcionarios del gobierno intentan violar el secreto estadístico; las empresas se niegan a difundir las más elementales cifras corporativas de inversión, rentabilidad o rendimientos; el Ministerio del Interior se niega a dar cifras sobre delitos con la cínica razón de no “polemizar con las víctimas”…

La noción mínima de vivir en una sociedad organizada requiere conocer cuales son las cifras que destilan de esa sociedad. De ahí que la humanidad organizada colectivamente haya creado ciencias como la matemática y la estadística y herramientas como los censos, cuyos orígenes se rastrean hasta el Egipto del año 3050 a.c. Pero la tradición Argentina de ir a contracorriente de la historia instala en la sociedad la imprecisión y el caos algebraico y estadístico, generando nociones angustiantes y nebulosas como la “sensación térmica”, la “sensación inflacionaria” y la reciente “sensación de inseguridad”.

En medio de la nebulosa, el mundo del marketing -eternamente vapuleado- intenta alzarse con una baliza que ordene un poco nuestro derrotero en este mar de incertidumbres cuantitativas: el Estudio de Nivel Socioeconómico 2006, o “el NSE” para los colegas.

Trabajo conjunto Generado por la Comisión de Enlace Institucional (CEI) que integran la Asociación Argentina de Marketing (AAM); la Cámara de Empresas de Investigación Social y de Mercado (CEIM) y la Sociedad de Investigadores de Marketing y Opinión (SAIMO), el estudio busca desarrollar una estratificación de los hogares de la Argentina aplicable a estudios de marketing; investigaciones de mercado y opinión; y a la medición de audiencias, respetando criterios compatibles con el rigor académico propio de las ciencias sociales.

Para los técnicos, el NSE es “un indicador de posiciones relativas en una escala continua de estratificación de la población”. Esas posiciones relativas (o niveles) guardan relación con pautas de comportamiento, actitudes y expectativas vinculadas con la compra y el consumo, la exposición a medios, la política, la opinión pública, los consumos culturales, etc. El NSE es entonces un instrumento de medición que sirve para cuantificar la distribución de variables que hacen a la estratificación social.

Segmenta a la población para reflejar las diferencias de conductas o actitudes de sus integrantes. Como resultado, la divide en grupos con perfiles homogéneos –y distintos de los otros- en relación a sus consumos, sus hábitos, la manera en que deciden asignar su presupuesto, sus tendencias de opinión sobre temas sociales, políticos, etc.

Es decir: el NSE genera información cuantitativa que pueda aplicarse a las operaciones comerciales de las empresas. Permite representar de forma simple y concreta una realidad compleja, cuantificando segmentos que pueden ser explicados con facilidad. Los profesionales responsables del proyecto suman decenas de años al servicio del comercio y el marketing: son Rubén Zambelli, presidente de la SAIMO; Guillermo Olivetto, presidente de la AAM; Anibal Cantarian, presidente de la CEIM; Jorge Lipetz, director del proyecto y Oscar Muraro, responsable del análisis estadístico. Para Zambelli, “El NSE es una herramienta fundamental para la clasificación de la población en cualquier investigación de mercado.

En los países en desarrollo, como el nuestro, hay fuertes desigualdades sociales y económicas, por lo que es absolutamente indispensable utilizarlo. En la Argentina no se puede hacer marketing sin un instrumento de estratificación socio-económica. Y por lo tanto no hay investigación de marketing u opinión pública sin NSE”. Pensar a las personas “Quienes toman decisiones destinadas a influir sobre la sociedad necesitan una herramienta que permita segmentar a la población para estudiarla y elaborar de manera más certera sus estrategias -dice por su parte Cantarian- Tanto en el ámbito del consumo como en el campo sociopolítico, la determinación del NSE es indispensable para el análisis y la proyección, porque permite “pensar” a las personas en tanto consumidores, votantes o ciudadanos y ayuda así a predecir mejor sus comportamientos y actitudes”.

¿Queda claro? No data, no éxito. Y tanto empresarios como gobernantes y gobernados deberían prestar especial a los datos que arroja el estudio. La Argentina tiene una distribución por niveles socioeconómicos con dos extremos claramente definidos: el superior (ABC1) y el inferior (E), cada uno abarcando un 5% a 6% de la población; un sector medio (niveles C2 y C3) cercano al 40% y un sector bajo (niveles D1 y D2) de alrededor del 50% de la población. (Ver fig. 1) En el AMBA -zona compuesta por la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano y habitualmente vista como un todo con características homogéneas- se hallan diferencias notables entre una zona y otra: el nivel ABC1 en la ciudad trepa al 12,8%, y se reduce al 3,2% en los suburbios; en la Ciudad de Buenos Aires, el conjunto de todos los niveles medios y altos (ABC1-C2-C3) tiene una relación de aproximadamente 65%/35% con los niveles D1-D2-E. En los partidos del GBA la relación es inversa.

El informe NSE arroja además luz sobre una de las zonas “best seller” (es decir, todos hablan de ellas pero nadie las conoce realmente) del marketing en Argentina: qué es y qué significa cada estrato socioeconómico.

Para apuntar y llevar a la próxima reunión: las personas incluidas en el segmento AB son denominadas genéricamente como profesionales; y se trata de socios o dueños de empresas medianas o grandes; directivos de grandes empresas o rentistas y con un nivel educativo universitario completo o de postgrado. En el segmento C1, también denominado genéricamente como profesionales, es donde se ubican los directivos de Pymes; directivos de 2da. línea de gran empresa; socios o dueños de empresas pequeñas; profesionales independientes con ocupación plena; profesionales dependientes o rentistas; con educación universitaria completa o de postgrado. En el C2 se ubican el técnico profesional; el profesional dependiente; los profesionales independientes sin ocupación plena; jefes en empresas medianas y grandes; docentes universitarios con ocupación plena; y personas con educación universitaria incompleta o terciaria completa. La persona C3 es un técnico empleado; jefes de empresas chicas y medianas; cuentapropistas con ocupación plena; docentes de primario o secundario con ocupación plena; jubilados y pensionados; con un nivel de educación terciaria completa, secundaria completa, terciaria incompleta y universitaria incompleta. El segmento D1 se denomina genéricamente operario sin calificación y comprende a empleados; cuentapropistas de calificación operarios; jubilados y pensionados con educación secundaria completa; o personas con secundaria incompleta y primaria completa. El segmento D2 se denomina genéricamente “sin calificación” y comprende al empleado; cuentapropista no calificado, la empleada doméstica; jubilados y pensionados con educación primaria o inferior; o a personas con educación primaria incompleta. Finalmente el segmento E, también denominado genéricamente “sin calificación” comprende a las personas con un trabajo inestable; cartoneros; beneficiarios de Planes “Trabajar” y personas con primaria incompleta o directamente sin estudios.

Sí, está bien que paremos un momento y tratemos de reflexionar sobre lo que significa que en un país opíparo y con riquezas envidiables, el 5% de la población pertenezca a este último estrato.

Sociedad y dinámica

La importante dinámica de cambios en la estructura social Argentina, iniciada a partir de la década del ’90 y que se precipitan con la crisis de fines del 2001 y la devaluación de comienzos del 2002 hacen que la Argentina, históricamente se definida como un país “10-50-40” (con relación a “Alta-Media-Baja”), hoy es un país que podría definirse como “5-40-55”. Desde el punto de vista de la modalidad ocupacional -es decir, la relación del trabajador con el sistema productivo- los argentinos ocupados se dividen en tres categorías: empleadores, empleados (u obreros) y trabajadores por cuenta propia (no empleadores). El 24,7% de los argentinos ocupados es según esa clasificación empleador; el 22,5% trabaja por cuenta propia y el 52,8% es empleado. Y si se lo mira desde el punto de vista del grado de complejidad de las tareas desarrolladas, el 11% de la Argentina ocupada es profesional; el 15,3% es técnico; el 52,4% pertenece al segmente operativo y el 22,4% es mano de obra no calificada. El estudio muestra también la composición social de las ciudades del interior del país, y analiza variables como el nivel educativo; la cobertura médica; la cantidad de aportantes en el hogar y la jerarquía laboral para cada estrato.

El universo del estudio es el que corresponde a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que realiza el INDEC, con más de 10.000 encuestas trimestrales a hogares. O sea que el NSE 2006 es representativo de la población urbana de la Argentina que vive en ciudades de más de 50.000 habitantes. El procedimiento estadístico utilizado en el informe consistió en elaborar un algoritmo, que aplicado a los datos de un hogar determina su nivel socioeconómico. Este algoritmo es el resultado de una serie de consultas a especialistas que evaluaron los cuestionarios de la EPH, buscando y analizado aquellas variables que resultasen más representativas del nivel socioeconómico de los hogares. Y si bien la intervención del gobierno nacional en el INDEC en medio de la polémica electoral por la inflación puede dañar o salpicar la imagen del estudio, no le hacen daño a sus conclusiones. Según Lipetz: “La EPH sigue siendo el instrumento de información pública más poderoso al que podemos acceder. Si bien es cierto que los precios al consumidor fijan la canasta, y ésta a su vez sirve para determinar pobreza e indigencia sobre la base de los ingresos, ninguna de las variables de la EPH en las que se basa el modelo de NSE está en cuestionamiento, y estamos convencidos de que se miden adecuadamente.

De aquí en más todas las actualizaciones del NSE seguirán basándose en la EPH”. No es éste el primer informe de NSE de la Argentina. Según los especialistas, “los NSE han sido utilizados en nuestro país desde hace alrededor de 50 años”; y la AAM se ha dedicado desde fines de la década del ’80, a la elaboración, revisiones y ajustes del NSE. Así se creó el NSE 1991, ajustado luego en 1994, 1996 y 2002. Según Cantarian, “este período -por los ’90- modificó sustancialmente la realidad argentina y el NSE 1996 se tornó obsoleto e inexacto en su misión de reflejar fielmente la estructura de la sociedad argentina”. Luego de una revisión en 2004, se crea la Comisión de Enlace Institucional y se encara en marzo de 2005 el plan 2005-2006, que culmina con la elaboración del NSE 2006, actualmente en vigencia.

Los creadores del proyecto parecen plenamente conscientes del aporte de valor que éste representa. “SAIMO entendió que hacía falta lograr una confluencia de las instituciones interesadas en el NSE, para lograr cierta unidad de criterio y consenso. La AAM es la institución que históricamente ha estado más comprometida con la elaboración del NSE. Pero esta vez se sumaron SAIMO y CEIM. Los investigadores de mercado y opinión aplicamos el NSE en prácticamente todas nuestras investigaciones, es una variable de análisis insoslayable, parte integrante del conocimiento que desarrollamos acerca de mercados y consumidores, y es un instrumento que conocemos a fondo. Tanto los profesionales como las empresas de investigación tienen mucho que decir y que aportar. Es por eso que no podíamos estar ausentes de este proceso. Y en esto prometemos estar siempre presentes para hacer nuestro aporte”, dice Zambelli.

Mientras tanto, allí afuera, un país con necesidad y urgencia de saber qué le pasa y dónde le pasa, puede tratar de empezar a encontrar en documentos como el NSE 2006 no sólo una radiografía de su composición social, sino una verdadera y nada metáforica luz en medio de la noche.

Patricio Cavalli
Revista Mercado
Mayo de 2007








Revista Mercado: Federico Helman. Mayo 2007





AGENCIAS

Estos son los heraldos del "impresionismo publicitario".


Federico Helman y Juan Carlos Colonnese, dos veteranos del mercado publicitario, vuelven a la carga con un proyecto de agencia puesto al día con la realidad: una agencia online y en tiempo real.


Federico Helman es la pata pausada del dúo. Habla con suavidad, sereno, tranquilo, calculando el peso de cada palabra y elaborando cada concepto antes de emitirlos.

Tiene ya suficientes años en el mercado como para escribir una crónica exclusivamente sobre su carrera: profesor en la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad; la Universidad de Bs. As.; la Universidad Católica y la de Belgrano. Es socio fundador de la Asociación de Diseñadores Gráficos y del Círculo de Creativos, del que fue presidente cuatro veces consecutivas y ahora es miembro de la comisión directiva. Fue director creativo de las principales agencias de Bs. As.; gestionó las misiones argentinas al Art Directors Club of New York; organizó seminarios, workshops y cursos en agencias e instituciones y en 1990 generó la muestra de publicidad Publicitarte en el Centro Municipal de Exposiciones. Ganó premios Clio; Lápices de Oro; medallas del FIAP; del Bureau Argentino de Radio, de The New York Festival; del Círculo de Creativos; y del Hall of Fame.

En 1994, Helman la vio venir y fundó su agencia Federico Helman Marketing + Comunicación, totalmente basada en una plataforma online de Internet.

Juan Carlos Colonnese es, bueno, Juan Carlos Colonnese: fundador de Colonnese y Asociados, luego Colonnese Lintas Worldwide -parte del grupo Interpublic- una de las agencias “madre” de la publicidad de capital nacional y ganadora sistemática de premios Mercurio; Pléyade; del Círculo de Creativos; FIAP, Clio; Santa Clara de Asís y del New York Festival. Además fue socio y fundador del Círculo de Creativos; presidente de la Comisión de Autorregulación Publicitaria; presidente y director titular de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad; miembro del consejo asesor de la UADE; profesor emérito de la UCES; asesor de dirección y miembro del directorio del Interpublic Group of Companies; miembro del jurado de Fund TV; y miembro de las Fundación Compromiso; Fundación Conciencia; Fund TV Educativa y de la Asociación de Marketing Bancario.

Colonnese es la pata apasionada del dúo. Con sus más de sesenta años -posiblemente unos cuantos más, pero no se lo preguntaremos- y sus casi cincuenta de carrera, tiene la tranquilidad que le da saber mucho de lo que habla; de haberlas vivido todas o casi; de conocer al dedillo los pasillos, vericuetos y laberintos del mercado de medios, agencias y anunciantes; de haberse sentado frente a gerentes, directorios, presidentes y sindicatos y de entender la compleja maraña de asuntos que hacen a la dinámica de un mercado que se resiste a morir, se resiste a estabilizarse y sobre todo, se resiste a ser rentable. Habla con la inquietud y ansiedad que le da saber que nunca en este mercado se está tranquilo, que nada es seguro ni certero, y que en un segundo lo hecho durante años puede desaparecer sin dejar rastros.

Mira afiladamente al interlocutor mientras le dice “Tu mirada parece que me está perforando el cerebro”. Da las respuestas con ímpetu mientras piensa y responde a cien kilómetros por hora.

Impresionismo publicitario.

Son un dúo desde hace dos años, cuando Colonnese se integró como senior consultant al staff de Federico Helman. Juntos hablan de llevar al mercado un cambio total del concepto de servicio de comunicaciones. Lo llaman el “Impresionismo Publicitario”: una revolución de pensamiento que intenta cambiar el “academicismo publicitario”, que funciona montado sobre una “estructura victoriana” de organización; una gran paradoja en un sector industrial siempre dinámico y atento a cambios, movimientos y transformaciones.

“Cuando hablamos de impresionismo lo que queremos señalar es que se produce un rediseño de la estructura de servicios, que se logra precisamente porque conocemos a fondo el academicismo, y que nos permite saber donde tenemos que tocar para cambiar. Lo que nosotros hacemos es romper con ese academicismo y darle otra impronta al negocio”, dice Helman.

“El esquema debe ser roto -dice Colonnese- porque no da rentabilidad. Las agencias ya no tienen la rentabilidad de antes al manejar una cuenta. Nosotros trabajamos integradamente con el cliente para lograr otro esquema de servicio”

“Es que nos fundíamos”, dice Helman. Y Colonnese: “Fijate la cantidad de agencias que se agrupan, ¿por qué pensás que se agrupan?, porque el mercado no rinde”.

Entonces la gran idea fue hacer una agencia enteramente online, donde ambas cabezas
-juntas suman más de 85 años de carrera- trabajan con el cliente, pero el staff de la agencia no está en un edificio usando electricidad y tomando café, sino que es una matrix de creativos; planners; analistas de medios; ilustradores; marketineros; especialistas en investigación de mercados y analistas de administración financiera. Mediante los mismos mecanismos tecnológicos que los adolescentes utilizan para hablar y divertirse, los dos veteranos publicitarios se comunican y trabajan con sus clientes: email, chat, SMS, videoconferencias; videochat. Sobre esa plataforma online discuten, preguntan, analizan, cuestionan, organizan, aconsejan y logran resultados.

“Todo es online -dice Colonnese- sin pérdida de tiempo, sin idas y vueltas. Hay que leer y hacer”.

Costos y rentabilidad.

“Al principio, cuesta” admiten. Pero luego los clientes van comprendiendo las ventajas del tipo de servicio: dinámica en tiempo real, respuestas inmediatas, trato directo con los directores de la agencia, mejores costos y variedad de especialistas. La clave es la respuesta inmediata. No a los cinco minutos, pero “más rápida que la que existe en el mercado”, dicen.“Antes vos ponías a veinte creativos en un departamento y eran siempre los mismos. Ahora puedo elegir: al mejor en esto, al que mas sabe de lo otro, el mejor fotógrafo, algo que antes era imposible, porque vos tenías que pagar a fin de mes ochenta sueldos y punto -dice Colonnese-. Ahora no existe más eso de que una cuenta pagaba la otra”.

“Venimos del diseño -explica Helman- y lo que hicimos fue precisamente rediseñar nuestro modelo de negocios: trabajamos directamente con el cliente, en el equipo del cliente, sin intermediarios, aplicando directamente nuestro conocimiento y experiencia a darle soluciones”.

Para lograrlo, la agencia está dividida en cuatro áreas de negocios que actúan a medida: Task Force, una unidad al estilo de los US Marines, con “veloces equipos de creación tipo comando, de reconocida calidad internacional”; Supermarketing, un sistema online de investigación y análisis de mercados; Ad-Ministra servicio online de planning y análisis de costos e inversiones; y Consult-Ad, dedicada a diagnosticar e interpretar las necesidades y alcances de los negocios del cliente, y a revisar y optimizar el servicio de proveedores de comunicación del cliente.

Su lista de clientes incluye a Knauf, líder en sistemas de construcción en seco, para la que hicieron su lanzamiento y con la que han logrado un 50% de market share en cinco años; Isenbeck y Warsteiner, marcas para las cuales hicieron el lanzamiento y presentación en el mercado, incluyendo la exportación de diseño para Alemania; Alberto-Culver, dueña de las marcas Veritas y Alberto VO5; comunicación institucional de Ciba y de sus productos Cibavision, Reliverán y Cataflán Rapid; y otros: Cierto; BankBoston; Sergio Tacchini; Cabaña Las Lilas; Alba Color Service; Microsoft; Intel; Programa Mi PC; Fundación Educa y el Ministerio de Cultura y Educación.

Los últimos no son clientes menores: la agencia participa profundamente en proyectos educativos y de interés público: campañas de bien público y del tercer sector. “Estamos muy comprometidos, y hacemos una lectura mas humana de los problemas. No somos sólo comerciantes, somos individuos, personas y tratamos de aportar lo nuestro”. Por lo nuestro lèase el motor de su industria: las ideas. “Es que Argentina es una idea, una de las más interesantes -dice Helman- pero no está todavía resuelta. Se tiene que hacer realidad, sólo hace falta buena voluntad”.

Por lo pronto, y para hacer realidad su idea de agencia, ambos parecen decididos a hacer uso del consejo que dan al unísono: “No hay que quedarse quieto”.


Patricio Cavalli
Abril de 2007